La compra de un colchón es una decisión importante porque es un producto que vas a usar durante muchos años y porque es un desembolso económico importante. Por eso a la hora de elegir un buen colchón hay que tener en cuenta muchas cosas. No solo el material del que está hecho.
Debemos de pensar en nuestra manera de dormir, el tipo de apoyo que necesita el colchón o incluso si somos unas personas calurosas o frioleras. Todo esto lo analizamos en este artículo para ayudarte a comprar el mejor colchón para ti. Además, a continuación te dejamos una pequeña lista con algunos de los mejores colchones del mercado.
Tabla de contenidos
- 1 Los mejores colchones
- 2 Comparativa de los mejores colchones
- 3 Guía para comprar el mejor colchón
- 3.1 Estructura de un colchón
- 3.2 Tipos de colchones y sus materiales
- 3.3 Tamaño
- 3.4 Firmeza del colchón
- 3.5 Adaptabilidad del colchón a tu cuerpo
- 3.6 Transpirabilidad para evitar el calor y el sudor
- 3.7 Densidad del colchón. El compromiso entre la firmeza, la adaptabilidad y la aireación.
- 3.8 Fundas y tapizados
- 3.9 Lechos independientes. Fundamental si duermes en pareja.
- 3.10 Durabilidad. ¿Cada cuánto se cambia un colchón?
- 4 Como mantener tu colchón durante más tiempo
Los mejores colchones
El colchón viscoelástico Emma es considerado por muchos el mejor colchón del mercado. Y es que hay muchos motivos para pensar que esto es así. No porque destaque en una cosa en concreto, sino porque es un colchón muy completo en su conjunto.
Para empezar tiene un precio bastante contenido para la calidad ofrecida y los premios que ha recibido este colchón. En los últimos años, Emma ha recibido premios en varios países de Europa y no por ello han subido el precio de sus colchones. Esto ha convertido al colchón Emma en un superventas.
Está formado por un núcleo de espuma HR y una capa de espuma viscoelástica de alta densidad que evita el desgaste con el paso del tiempo y proporciona una adaptabilidad perfecta. Así se logra una mayor comodidad a lo largo de los años.
También lleva una capa de Airgocell (una espuma patentada por Emma). Esta sirve para ofrecer una adaptación progresiva del colchón al cuerpo.
Por último, incluye una funda desmontable y lavable a máquina hasta 60ºC. Está fabricada con una fibra que optimiza la transpiración evitando la sudoración.
En total, para el modelo de 150 x 200 cm, la altura del colchón es de 25 cm y el peso de unos 25 kg. El colchón más premiado de Europa tiene una garantía de 10 años y 100 noches de prueba desde que lo recibes en casa. Viene enrollado en un paquete
El colchón Veza de Pikolin es el modelo premium de los colchones en caja de esta marca (son colchones que se envían enrollados en una caja y que hay que esperar unas horas hasta que recuperan su forma definitiva).
Está diseñado con muelles ensacados con Viscofoam y ofrece una firmeza y un confort muy altos. Es un colchón muy completo que se vale de modernas tecnologías de Pikolin como FiberCel o Adaptech. El tamaño de 150 x 190 cm tiene 28 cm de altura y pesa 26,6 kg.
Al núcleo de muelles ensacados lo acompañan una capa de espuma de poliéster, otra de viscofoam suave y una última de viscofoam más firme. De este modo se consigue un acolchado que permite una buena transpiración y genera una gran sensación de confort.
Los muelles del núcleo están fabricados con acero templado y están introducidos en saquitos de tejido resistente de forma individual. Además, este colchón dispone de un tratamiento especial (tecnología triple barrera) que mantiene a raya a los hongos, las bacterias y los ácaros.
El colchón de látex Sevenlife 20 de Marcapiuma es el mejor colchón de látex que puedes encontrar. En su interior tiene un núcleo de látex ortopédico de alta calidad. El colchón cuenta con las certificaciones EuroLatex y Oeko-Tex entre otras.
La placa de látex (antibacteriana y antialérgica) que le da consistencia a todo el colchón tiene un espesor de 18 cm y está perforada para permitir una buena aireación. Está dividida en 7 zonas para conseguir un mejor reparto del peso del cuerpo a lo largo del colchón. Es un colchón de firmeza intermedia.
Tiene una funda de protección hecha con algodón 100% y encima de esta lleva una funda exterior acolchada. La funda acolchada lleva un relleno de 300 gr/m3. Este relleno es transpirable y se puede lavar hasta 60ºC. Esta funda exterior está tratada con iones de plata para frenar la aparición de bacterias.
La funda exterior Silver se puede quitar con las cremalleras de los 4 lados y además lleva 4 asas para permitir mover el colchón con más facilidad.
Este colchón, que también se envía enrollado, es recomendable utilizarlo con somieres de láminas. El tamaño de 150 x 190 cm tiene 20 cm de altura y pesa 32 kg.
El mejor colchón de espuma HR es el colchón Cala de Pikolin. Es un colchón con dos caras diferenciadas y un núcleo de espuma HR de gran calidad. En el acolchado de su cara principal tiene viscoelástica en la otra cara el acolchado está formado por poliéster con una malla transpirable. La firmeza del colchón es media-alta.
Una vez lo recibimos en casa hay que sacarlo de la caja, quitar el plástico del embalaje con cuidado y esperar unas 48 horas para que recupere su forma definitiva. Puedes comprar este colchón en distintos tamaños. Para el tamaño de 150 x 190 cm su altura es de unos 26 cm y su peso es de unos 25 kg.
Tiene una gran adaptabilidad al cuerpo sin renunciar a una gran transpirabilidad. Esto se logra gracias a la tecnología ConfortCel de Pikolin. Además, si duermes acompañad@ no notarás los movimientos del otro lado del colchón. La independencia de lechos de este colchón es muy efectiva para no ser un colchón de muelles ensacados.
En cuanto a la parte de la higiene, este colchón está protegido contra ácaros, hongos y bacterias, como todos los colchones de Pikolin. El tratamiento aplicado al colchón reduce al mínimo la posibilidad de aparición de alergias
Comparativa de los mejores colchones
Modelo | Tipo de colchón | Firmeza | Adaptabilidad | Transpirabilidad | Altura | Precio |
---|---|---|---|---|---|---|
Viscoelástico | Media-baja | Excelente | Buena | 25 cm | ||
Muelles ensacados | Alta | Buena | Excelente | 28 cm | ||
Látex | Media | Muy buena | Aceptable | 20 cm | ||
Espuma HR | Media-alta | Buena | Buena | 26 cm |
Guía para comprar el mejor colchón
Estructura de un colchón
Las partes principales de un colchón son: núcleo, acolchados, tapizado y laterales.
El núcleo es la parte más importante y la que le da en gran parte la firmeza al colchón. Puede ser de muelles, de espuma HR o de látex (nunca de viscoelástica). Los acolchados que siguen al núcleo (por un lado o por los dos) están hechos con materiales como la viscoelástica, el gel, las espumaciones, etc.
En la parte exterior encontramos el tapizado o las fundas que pueden ser fijas o se pueden poner y quitar. Están hechas de materiales transpirables y que son fáciles de limpiar. Los laterales o platabanda es el refuerzo lateral de los colchones.
Tipos de colchones y sus materiales
Probablemente este es el punto más determinante a la hora de comprar un colchón. En función de los materiales con los que esté fabricado cambiarán todas o muchas de las propiedades que ofrece a la hora de descansar sobre él. A día de hoy, los mejores colchones no están hechos de un solo material, sino que son un conjunto de capas colocadas estratégicamente una sobre otra.
Cada una de estas capas tiene un cometido concreto. La higiene, la transpiración y sobre todo la adaptabilidad son algunos de los objetivos que persiguen las distintas capas de los colchones. Aún así, los colchones se suelen agrupar por materiales de fabricación y podemos encontrar los siguientes 4 grandes grupos.
Viscoelásticos
Aunque se llamen así, los colchones viscoelásticos no están fabricados en su totalidad con material viscoelástico. Si fuera así, tendríamos un colchón en el que nos hundiríamos y no podríamos dormir bien porque le faltaría un soporte más rígido.
Normalmente, lo que denominamos colchón viscoelástico es uno que tiene un núcleo de espumación o muelles y una capa externa de viscoelástica. Incluso es normal que haya más capas de otros materiales entre esas dos capas principales.
El material viscoelástico tiene su origen en los años 60, cuando la NASA lo utilizaba en la industria aeroespacial. No fue hasta la década de los 90 cuando se comenzó a usar en los colchones. Desde entonces es un material omnipresente en el sector del descanso.
El visco o memory foam es un material perfecto para fabricar los mejores colchones porque combina una firmeza media con una adaptabilidad alta. Una de sus características es que se ablanda con el calor, lo que favorece la adaptación al contacto con el cuerpo. A la hora de evaluar si un material viscoelástico es de calidad necesitamos saber si es espumado o moldeado y si es HR (high resilience).
Una capa de viscoelástica moldeada será de mayor calidad (más adaptabilidad y material más homogéneo) mientras que un viscoelástico espumado será más transpirable pero más irregular. Si también es etiquetado como HR significa que ha sido sometido a pruebas que garantizan su alta resistencia.
En cuanto al grosor de las capas podemos encontrar de todo en función del fabricante y de la calidad del colchón. Desde 1 cm hasta 10 cm son lo valores que más verás. Los mejores colchones no tiene por que tener una capa más gruesa de viscoelástica, lo fundamental es que esta sea de buena calidad.
Un truco para ver si la visco es de calidad es apoyar la mano en la parte superior del colchón sin hacer mucha fuerza. Si es un buen material, la forma de tu mano debería de quedarse durante un instante y luego desaparecer poco a poco. Otro truco es soplar hacia dentro del colchón para comprobar si la transpirabilidad es buena.
Muelles
El colchón de muelles es un invento del siglo XIX. Fue la tecnología de colchones más usada en el siglos XX y todavía sigue utilizándose en el XXI con alguna innovación. La principal característica de este tipo de colchones es su gran capacidad de ventilación. Por eso es, con diferencia, el colchón más apropiado para las personas calurosas o que tienden a sudar mucho al dormir.
A lo largo de la historia, los muelles de los colchones han evolucionado y hoy podemos hablar de distintas configuraciones. Muelles continuos, muelles compensados o muelles Bonnell son estructuras de alambres de acero que se unen a un armazón perimetral. Cada uno de estos tipos tienen alguna particularidad pero los podemos considerar dentro del mismo tipo.
Este tipo de colchones de muelles están indicados para personas de cualquier peso. Hay modelos con muelles dobles de hilo continuo que son perfectos incluso para soportar los pesos más elevados. Como principal desventaja de estos colchones está el ruido que pueden hacer (actualmente esto ha mejorado mucho) o que no tienen independencia de lechos. Esto último se puede mitigar con otras capas dispuestas en el mismo colchón.
Mención aparte merecen los colchones de muelles ensacados. En este caso se trata de unos muelles individuales, no conectados entre sí. Cada uno de estos muelles se mete dentro de un saco o bolsillo que se hace con tejido sin tejer (TST) o tejido-no-tejido (TNT). Al no estar conectados los muelles, se reparte el peso de una manera más eficaz. De este modo, el usuario percibe una sensación parecida a estar flotando cuando duerme.
Los colchones de muelles ensacados están recomendados para personas de menos peso que prefieren una mayor adaptabilidad del colchón a su cuerpo. Un buen colchón de muelles ensacados debe tener unos muelles de calidad (buenos materiales) y una densidad adecuada de muelles por metro cuadrado. A partir de 250 muelles/m2 se puede tener un buen colchón de este tipo.
Obviamente, cuantos más muelles, mayor independencia de lechos y mayor adaptabilidad. El número de muelles ensacados aumenta drásticamente cuando el colchón se fabrica con micromuelles.
Otro factor importante a la hora de elegir un colchón de muelles ensacados es el resto de capas del colchón. En primer lugar, debe de haber una capa lateral que contenga los muelles y permita una correcta transpiración. Además, las capas superiores de acolchado (látex o visco) deben de complementar la función principal de los muelles sin restarles protagonismo. Normalmente hay una combinación de capas finas.
Látex
El látex es otro de los materiales más utilizados para la fabricación de colchones y almohadas. Es un material que proporciona una gran adaptabilidad y que también tiene una gran durabilidad. Podemos encontrar colchones de látex natural y de látex sintético. Es importante conocer las diferencias entre unos y otros.
El látex natural proviene del árbol del caucho. Existen colchones de látex natural 100%, pero no son muy comunes. Son colchones más caros y tienen que estar perfectamente identificados como ‘látex natural 100%’. Ojo, no es lo mismo ‘látex natural 100%’ que ‘látex 100%’. Estos últimos son una mezcla de látex natural y sintético que garantiza una firmeza correcta.
El látex sintético está fabricado a partir de derivados del petróleo. Son fibras sintéticas que simulan el látex natural e imitan sus propiedades. En general, los colchones de látex sintético tienen propiedades un poco peores que el natural. Por contra, son bastante más baratos.
Tanto un tipo de látex como el otro tienen que ser utilizados junto con una base que proporcione una buena ventilación. Los colchones de látex no se pueden colocar encima de bases tapizadas no transpirables. Necesitan somieres de láminas. Los de látex natural transpirar un poco mejor que los sintéticos.
Un colchón de látex natural tiene un tacto muy suave y agradable, mientras que uno sintético da una sensación más gomosa al tacto. El natural también es mejor en la adaptabilidad, ya que es un poco mejor que en el sintético.
Los colchones de látex (tanto natural como sintético) tienen como principal ventaja su estupenda adaptabilidad, pero tienen bastantes inconvenientes. El primero de ello es que pesan bastante. Pueden tener una densidad de entre 70 y 80 kg/m3. Mucho mayor que los viscoelásticos. Esto los convierte en colchones difíciles de manipular si su grosor es muy grande.
El otro gran problema es la aireación. Son colchones que si no se voltean y airean a menudo pueden tener problemas serios con la humedad. Es necesario voltearlos de arriba a abajo y de la cabeza a los pies frecuentemente. Además, esta es una operación necesaria no sola para la aireación, sino para que el látex no coja formas inadecuadas.
Espuma HR
Si estás buscando el mejor colchón habrás visto términos como ‘espuma HR’, ‘espumación HR’ o colchones HR. Las letras HR provienen del inglés High Resilience que significa Alta Resiliencia. La resiliencia es la capacidad que tiene un cuerpo de recuperar su forma cuando se cesa la presión ejercida sobre el.
Se trata de un tipo de espuma o colchón de alta resistencia y durabilidad. No tienen nada que ver, por ejemplo, con un colchón de gomaespuma. Los colchones de espuma HR pueden tener distintas densidades, pero normalmente están entre los 25 y lo 50 kg/m3 y ofrecen una excelente combinación de adaptabilidad y firmeza.
Puedes encontrar HR de poro abierto y de poro cerrado. El primero es una tecnología más nueva que transpira mejor. Es más recomendable elegir este tipo. Hay que señalar que un colchón HR no es el ideal para las personas más calurosas. Aunque trasnpira mejor que la gomaespuma tradicional, lo hace peor que los colchones de muelles.
En la mayoría de los casos, la espumación HR se suele utilizar en el núcleo del colchón. Esta se combina con otras capas de viscoelástica o látex para lograr más adaptación todavía y obtener un mejor descanso. En algún caso también hay colchones con núcleo de muelles que tienen una capa de acolchado hecha con espuma HR.
Tamaño
A la hora de escoger las dimensiones de una cama la principal restricción suele ser el espacio disponible en la habitación. Como ese es un tema particular en cada caso es algo que no podemos analizar. Pero si podemos orientar acerca de que medidas escoger tanto en ancho como en largo y espesor de un colchón.
Ancho
Es probablemente la medida que más influencia tiene a la hora de elegir el mejor colchón para cada uno. Si es una cama para un niño o una sola persona adulta el estándar son los 90 cm, aunque en España aún se venden bastantes camas de ancho 105 cm.
Si el colchón es para dos personas pasamos a la siguiente medida de 135 cm. Es la medida tradicional para camas de matrimonio pero cada vez está quedando más en deshuso ya que la medida de 150 cm le está superando con claridad. El colchón de 150 x 200 cm parece que es el que se consolida como líder para camas de matrimonio.
Para los que necesitan más espacio porque son más grandes o porque tienen la suerte de tener un dormitorio muy grande hay todavía tamaños más grandes. Aquí entrarían las camas de 180 y 200 cm de ancho. El primer caso es fácil de encontrar, pero el segundo no es muy común, por lo menos en España.
Desde aquí recomendamos 90 cm para una persona o 150 cm para dos. Son medidas de ancho más que suficientes para un correcto descanso y para poder darse la vuelta en la cama con comodidad.
Largo
Esta medida es más fácil de elegir porque hay menos opciones. En el mercado encontrarás largos de 180, 190 y 200 cm. Excepcionalmente podrás encontrar algún colchón mas largo, pero ya para casos especiales. Como regla general deberías de comprar un colchón cuyo largo sea al menos 10 cm más largo que la altura de la persona más alta que vaya a dormir en esa cama.
A día de hoy, la mayoría de los colchones que se venden miden 190 o 200 cm. Solo en algún caso se compran colchones de 180 cm, casi exclusivamente para camas de 90 cm de ancho en habitaciones para niños.
Espesor
La elección de la altura o espesor del colchón no es en realidad una elección directa, sino que dependerá de muchos factores. La variabilidad de esta medida es tan grande que hay colchones desde 20 cm hasta 35 cm de ancho.
Hay colchones más sencillos, para niños, que tienen una altura muy pequeña. Esto es así porque no se necesita tanto material ni tantas capas para soportar pesos menores como el de los niños pequeños. En el extremo opuesto estarían los colchones de camas grandes y diseñados para personas de mucho peso. Necesitan más capas y más grosor para ofrecer un descanso adecuado y distribuir correctamente el peso.
También depende del material del colchón. No ofrece la misma firmeza un colchón del mismo espesor si es de espuma HR o si es de látex. Y por supuesto depende del fabricante. Podemos encontrar modelos equivalentes en prestaciones que son de espesores muy distintos según la marca que lo ha fabricado.
Sabiendo todo esto, el espesor es un dato más que tenemos que analizar y evaluar. Un dato importante es la suma del espesor del colchón más la altura de la base o canapé. Esto nos dará la altura total a la que queda la superficie de colchón desde el suelo. Ahí ya entran en juego los gustos de cada comprador.
Hay gente que le gustan los colchones más altos y a otros menos. Pero lo que si debemos de tener claro es que, por lo general, cuanto mayor es el grosor mejor es la independencia de los lechos.
Firmeza del colchón
Se puede decir que la firmeza de un colchón es lo primero que sentimos cuando nos tumbamos sobre él. Si parece que el colchón nos expulsa hacia arriba podemos decir que tiene una firmeza alta y si nos hundimos en él diremos que tiene una firmeza baja. De todos modos es una sensación muy subjetiva que depende de cada persona. De hecho, dos personas con mucha diferencia de peso no van a sentir igual el mismo colchón.
Para guiarte a la hora de saber la firmeza de un colchón existen distintas escalas que miden con un número la dureza de los colchones. Las escalas más comunes van desde el 1 (para un colchón muy blando) hasta el 6 o el 10 (para los colchones más duros). También se puede hacer una división en grupos de colchones blandos, medios y duros.
Los colchones blandos pueden ser adecuados para personas que se mueven poco al dormir. Si eres de los que se mueven mucho aléjate de estos colchones porque al atraparte más te costará más moverte. Un colchón blando puede ser bueno para personas de muy poco peso o para personas que tienen molestias musculares habitualmente.
En el otro extremo, los colchones duros están recomendados para las personas de mayor peso y que no tienen ningún tipo de problemas musculares. Las personas que tienen problemas de obesidad deben de elegir este tipo de colchones, especialmente los de muelles para garantizar una correcta distribución del peso y soporte.
En mitad de camino entre los anteriores se encuentran los colchones de dureza media. Aquí hay un amplio abanico ya que se pueden subdividir en dureza media-alta, dureza media-baja… Son colchones que pueden ser eficaces para la mayoría de las personas. En función de los gustos personales y de la posición para dormir se debería de elegir uno u otro.
Si duermes de lado la superficie de tu cuerpo en contacto con el colchón es menor. Así se crean más puntos de presión alta que necesitan mayor acogida. Es por eso que esta posición está asociada a los colchones más blandos.
Si eres de los que duermen boca abajo necesitarás un colchón más bien duro o de firmeza alta. En esta posición se reparte mejor el peso por todo el cuerpo y no hay puntos de presión elevada que necesiten ser amortiguados. Pero al dormir boca abajo es importante tener una firmeza más elevada para mantener la columna lo más recta posible.
Si duermes boca arriba lo más recomendable es un colchón de firmeza media. Así se logra un compromiso entre la firmeza necesaria para la correcta postura de la columna y el acogimiento adecuado para no crear molestias musculares en la espalda, el cuello y los hombros.
Adaptabilidad del colchón a tu cuerpo
La adaptabilidad de un colchón es la capacidad que tiene de adaptarse a las curvas de tu cuerpo para que no se generen puntos de presión que dificulten el descanso. Es una característica muy importante sobre todo para aquellos que suelen padecer molestias o dolores a la hora de dormir. El material más adecuado para lograr una alta adaptabilidad es la espuma viscoelástica.
Los mejores colchones siempre suelen llevar una capa de este tipo independientemente del material que tengan en su núcleo. Además, los toppers viscoelásticos sirven para aumentar la adaptabilidad de un colchón que no tiene esta característica. A veces es mejor comprar un topper para mejorar un colchón duro que comprar un colchón nuevo.
La adaptabilidad no está reñida con la firmeza del colchón. En el primer caso se trata de adaptarse al cuerpo, en el segundo el objetivo es que el cuerpo no se hunda dentro del colchón. Son dos conceptos parecidos pero no iguales.
Transpirabilidad para evitar el calor y el sudor
Si estas decidid@ a encontrar el mejor colchón para ti lo primero que deberías de preguntarte es si eres de esas personas que pasan mucho calor o de esas otras que se abrigan mucho en cuanto baja un poco la temperatura. Si eres de los primeros deberías de decantarte por un colchón con núcleo de muelles.
¿Por qué? Simplemente porque es el tipo de colchón que mejor transpira y que, por lo tanto, te va a dar menos calor a la hora de dormir. Este tipo de colchones se puede utilizar con cualquier tipo de bases (canapés, somieres,…) porque no requiere de un elemento externo para mejorar su ventilación.
Lo contrario pasa con colchones que llevan mucha viscoelástica, espumas HR o especialmente látex. Estos colchones transpiran peor y necesitan usarse junto con un somier de láminas que garanticen una buena transpiración y puedan evitar posibles problemas con la humedad.
Aún así, los colchones viscoelásticos, de látex y de espumación HR han mejorado mucho en este aspecto en los últimos años. Muchos modelos incorporan eficientes canales de aireación o válvulas de ventilación que mejoran notablemente este apartado.
Densidad del colchón. El compromiso entre la firmeza, la adaptabilidad y la aireación.
La densidad de un colchón o de alguna de sus capas se mide como la cantidad de material que tienen en un determinado volumen. Es decir, se mide en kg/m3. Es un valor que determina ciertas propiedades del colchón como la adaptabilidad o la transpirabilidad.
El rango va desde los 25 kg/m3 para los colchones de baja densidad hasta los 80 kg/m3 para colchones muy densos. A medida que aumenta la densidad disminuye la transpirabilidad y, a la vez, aumenta la adaptabilidad del colchón. Por lo tanto, no necesariamente el colchón más denso es el mejor colchón. Hay que buscar un compromiso entre ambas características.
Otra propiedad que aumenta con la densidad es la firmeza. Es decir, para durmientes con mayor peso es aconsejable comprar productos que tengan una mayor densidad. Como ves, no hay una cifra ideal para esta variable sino que también hay que pensar en las preferencias de quien va a realizar la compra.
Fundas y tapizados
La parte más externa del colchón es el tapizado o la funda. Hay colchones con fundas que se pueden quitar y poner. Esto facilita las operaciones de limpieza y ventilación del colchón. Lo ideal es que que la funda se pueda retirar (mejor si es con cremallera) y se pueda lavar a máquina por lo menos a 40ºC. En el caso de que el colchón que compremos tenga una funda fija debemos de asegurarnos de que se puede limpiar bien por lo menos con un paño húmedo.
El tapizado o la funda es una parte fundamental que debe garantizar una correcta aireación del colchón. De nada sirve tener un colchón de muelles con alta transpirabilidad si la funda no deja respirar al colchón. Una buena funda debería estar hecha con algún material natural como el algodón (aunque suba un poco el precio del colchón) que mejora la ventilación. Además es muy beneficioso que las fundas tengan algún tratamiento adicional antiácaros y antibacterias.
Por otro lado hay fundas más completas que incluyen algún tipo de acolchado para complementar la acción del colchón. Estos son los llamados toppers o sobrecolchones. Su función suele ser la de aportar una mayor adaptabilidad a colchones duros o con una gran firmeza. Para ello suelen incluir láminas de viscoelástica.
Lechos independientes. Fundamental si duermes en pareja.
Si dormimos en pareja debemos de comprar un colchón que no transmita los movimientos de un durmiente al que está al lado. Esto es lo que se llama un colchón con lechos independientes. La mejor elección en este caso son los colchones de muelles ensacados. Los muelles, totalmente independientes unos de otros, logran aislar los movimientos de las dos personas que duermen. El resto de tecnologías de muelles, como los bicónicos o los de hilo continuo no son los más adecuados para este fin, ya que están conectados y se transmiten los movimientos.
Después de los muelles ensacados, los colchones con algún tipo de capa viscoelástica son los más adecuados para crear lechos independientes. De hecho, cuanto mayor sea la capa de espuma viscoelástica, mayor independencia de lechos habrá.
Otra opción un poco más rudimentaria es comprar dos colchones de 90 cm y unirlos para tener dos lechos totalmente independientes. Para evitar el hueco de entre los dos colchones se puede poner encima un topper de 180 cm que cree una superficie única.
Durabilidad. ¿Cada cuánto se cambia un colchón?
Si se le da un uso adecuado y se mantienen de una manera correcta cualquier colchón de buena calidad puede durar un mínimo de 8 años. Como norma general hay que pensar en cambiar el colchón a partir de esa fecha y es muy probable que con 10 años sea necesario su cambio en la mayoría de las ocasiones.
Como mantener tu colchón durante más tiempo
- Proteje el colchón con una funda. Esto lo aislará de posibles manchas y crea una barrera adicional que evita la acumulación de bacterias y ácaros. Lava la funda cada 3 meses.
- Ventila el colchón todas las mañanas cuando te levantes.
- En los colchones con dos caras útiles hay que cambiar de lado como mínimo cada 3 meses. En los que son de látex esta operación hay que hacerla por lo menos una vez al mes.
- Del mismo modo, de vez en cuando hay que girar el colchón intercambiando la zona de los pies y la cabeza. Así evitamos que el peso esté siempre en las mismas zonas.
- Si tienes un colchón viscoelástico no lo expongas a fuentes intensas de calor, porque el colchón perderá sus propiedades (el visco es termosensible, se deforma con el calor).
- En la medida de lo posible hay que evitar que los niños salten sobre el colchón. Aunque los que tenemos hijos sabemos que esta tarea es difícil.
- No utilices el colchón para alcanzar objetos en armarios superiores. El colchón no es una escalera. Si nos ponemos de pie sobre el lo sometemos a mucha presión en puntos muy reducidos.
- Cambia las sábanas cada semana o, como mucho, cada dos. Así se garantiza una mayor higiene del colchón.
- No coloques el colchón en habitaciones con humedades. Los hongos se apropiarán de él y lo tendrás que tirar.
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